La iniciativa incluyó estudios para actualizar los diseños de obras de control aluvional y recomendaciones metodológicas para incorporar el cambio climático en infraestructura hidráulica en el norte de Chile.
La ministra de Obras Públicas, Jessica López, junto a la representante en Chile del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Georgiana Braga-Orillard, encabezaron la entrega de la primera etapa de las obras de control aluvional en la Quebrada Bonilla, infraestructura clave para reducir el riesgo de aluviones en la ciudad de Antofagasta.
Esta primera parte del proyecto tuvo una inversión del PNUD de $2.907 millones y contempló la construcción de obras de retención de material sólido, muros de encauzamiento y de estabilizadores de pendientes, obras de control aluvional y canales de hormigón.
Se trata de obras que forman parte de “AdaptaClima”, una iniciativa ejecutada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con recursos del CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, en alianza con el Ministerio del Medio Ambiente y el Ministerio de Obras Públicas de Chile, en coordinación con Senapred y la Dirección Meteorológica de Chile.
“La crisis climática demanda actuar con urgencia y visión de futuro. En esa línea, destacamos este proyecto de control aluvional liderado por el PNUD, que es clave para que la ciudad de Antofagasta sea más resiliente a los desastres, para proteger la infraestructura y lo más importante, la vida de las personas”, destacó la ministra de Obras Públicas, Jessica López.
La secretaria de Estado, explicó que “la segunda y tercera etapa del proyecto serán ejecutadas y financiadas por la Dirección de Obras Hidráulicas del MOP. La segunda fase ya está en licitación para iniciar las obras este año y la tercera y final será licitada el próximo año”.
Los trabajos representarán una inversión total cercana a los 14 mil millones de pesos, convirtiendo a la Quebrada Bonilla en una obra emblemática que protegerá a la población de eventos aluvionales, como el ocurrido en Antofagasta en 1991.
Al respecto, la representante del PNUD en Chile, Georgiana Braga-Orillard, señaló que: “En Antofagasta finalizó la primera etapa de la Obra de Control Aluvional en la Quebrada Bonilla, implementada por el PNUD. Esta infraestructura, pionera en Chile, fue diseñada incorporando proyecciones de cambio climático, y busca mitigar los efectos de eventos aluvionales en la zona. Con una inversión superior a los 2.900 millones de pesos, esta etapa marca un avance clave hacia obras públicas más resilientes y adaptadas al futuro climático del norte del país”.
La segunda y tercera etapa de este proyecto contempla obras en el brazo sur de la quebrada y la confluencia de los afluentes norte y sur.
La iniciativa consideró un estudio para actualizar los diseños de las obras de control aluvional, recomendaciones metodológicas para incorporar el cambio climático en el diseño de obras hidráulicas en la zona norte de Chile, y diferentes trabajos con la comunidad, como capacitaciones en temáticas de riesgos hidrometeorológicos, primeros socorros y talleres en gestión de riesgo de desastres, salud mental, control y manejo de riesgo, entre otros.